¿Todos somos cholos?

Quizá usted vio nuestro afiche multicolor que llama la atención sobre que TODOS SOMOS CHOLOS. ¿Será verdad que todos lo somos? ¿Qué es ser cholo? ¿Porqué llamar la atención sobre este tema?
A inicios de este año, luego de nuestra campaña TODOS SOMOS CHOLOS, aparecieron en las calles de Lima otros afiches:
Estos ciudadanos también tienen sus blog: xxxcholoxxx.blogspot.com
CHOLO CULTURA EMERGENTE.
La discusión sobre lo cholo tiene ya algunos años en el partido político Constructores Perú. Efectivamente, no somos un grupo que se cuelga del tema de moda, que sea inconsecuente o que hable a media voz, en actitud inconfundiblemente caviar. Desde que decidimos explorar en nuestra identidad nacional, caímos en cuenta de que este es un aspecto imprescindible en un proyecto político que promueva reales cambios en el país.
Estos ciudadanos también tienen su blog: xxxcholoxxx.blogspot.com
Afirmar que TODOS SOMOS CHOLOS es reconocer una realidad evidente, reflejo de una nueva peruanidad ya cimentada, pero aún en construcción. Pero esta realidad no es fácil de asumir, pues el excluyente orden establecido –en el que todos nos vemos finalmente envueltos– hace difícil que nos reconozcamos tal como somos.

Nuestra opción por el término “cholo”

La más fácil reacción ante una expresión tan polémica y de afianzada connotación negativa –como lo es “cholo”– es buscar otro término que permita ahorrar el esfuerzo y desgaste de intervenir en una discusión que podría distraernos de lo que realmente queremos señalar sobre la identidad peruana. Sin embargo, desde el inicio sabíamos que esto de participar de la cosa pública no sería nada fácil.
Por ello, aunque el término resulte incómodo para algunos, nosotros hemos apostado incluso por cuestionarnos sobre este malestar. No es gratuito que “lo cholo” cause escozor y, justa-mente por eso, asumirnos cholos es mucho más que un acto de propio reconocimiento, es una reivindicación de esta nueva peruanidad antes relegada y una afirmación ineludible para la construcción de una república verdaderamente inclusiva.
Algunos destacan el origen vejatorio del término, y dicen que cholos se decía a unos perros nativos, de mala raza a ojos de los invasores. Pero las conno-taciones de la palabra “cholo” ya no dependen de ese origen perdido en la historia. Actual-mente “lo cholo” excede al anecdótico origen de la palabra. Más bien, para la gran mayoría del país expresa una realidad viva, una cultura en pleno auge; y sólo para una minoría –excluyente y racista– que subsiste en nuestra sociedad, es motivo de rechazo.

La choledad como peruanidad mestiza

Todos han de reconocer que lo cholo comprende al mestizaje peruano en sus matrices más reconocibles: la andina y la occidental (primero española, luego de diversa índole).
En Constructores además afir-mamos que lo cholo abraza al mestizaje peruano en sus ricas y diversas expresiones, recogiendo diversos aportes y volcándolos en nuestra peruanidad. Por eso, no solo concebimos a lo cholo como lo mayoritario en el país –en tanto vinculado con lo andino y migrante–, sino que reconocemos a todo el país como esencial-mente cholo, mestizo de tantas formas.
Asumimos nuestra choledad cultural y no racialmente. Frente a iniciativas puristas y racistas, consideramos que una lectura real y no demagógica del país dará cuenta de que nuestros modos y temperamento son mestizos; que hemos imbricado en nuestras vidas los aportes y las tradiciones de diversas culturas, creando una distinta, que ya puede distinguirse y que continúa en pleno desarrollo.
Sostenemos que la choledad no se lleva en la piel, sino en nuestra forma de ser social e individual. Para reconocernos en esta peruanidad poco importa la pigmentación, las facciones o la forma de hablar, lo que importa son los actos y sentimientos de pertenencia a esta cultura chola.
Los prejuiciosos y racistas querrán vincular la choledad con los aspectos más impresentables de nuestra idiosincrasia. Pero vicios y errores no son ni mayoritarios ni inherentes a nuestra peruanidad chola. Quien quiera verlo así, o se venda los ojos para no reconocer el auge pacífico y progresista de lo mestizo o, reconociéndolo, recu-rre a la mentira y la injuria para defender el statu quo que le beneficia.
Aunque para nosotros la chole-dad no es asunto racial, no desconocemos que existe una marcada discriminación por el color y los rasgos físicos, ante la cual nos indignamos.
En suma, apostamos por lo cholo como una forma de reconocernos y valorarnos unos a otros como iguales, en una comunidad en la que todos podamos vivir de forma digna.

Lo cholo y Constructores Perú

Aunque la campaña que hicimos con el fiche pone el énfasis en el tema de nuestra peruanidad mestiza, no debe perderse de vista que la choledad es uno entre otros tantos asuntos fundamentales que son impres-cindibles para cambiar el país.
Hemos desarrollado algunas tesis políticas que consideramos de principal importancia para la construcción de un país de todos y para todos, sobre pobreza y exclusión, poder y ciudadanía, identidad y educación, relación entre Estado y mercado, descen-tralización; generación de rique-za; rol de las élites.
En nuestras tesis sobre identidad peruana, consideramos a lo cholo como elemento integrador de lo multicultural –que suele señalarse como lo diverso, desintegrado y hasta enfrentado–. Al respecto, no obviamos las diferencias culturales existentes. Creemos, más bien, que con ellas el mestizaje se ha dado y ha forjado una renovada peruanidad, de la que todos somos parte.
Afirmamos la existencia de una identidad nacional, pero no nos consideramos “nacionalis-tas”, menos aún en los términos que algunos se consideran en nuestro país. Sí creemos en la forja de una nación peruana, que ya podemos vislumbrar, pero no creemos en hacer de la nación un “ismo” demagógico e hipócritamente pendenciero. Amamos a nuestra patria, por tanto nos reconocemos patriotas convencidos y ponemos nuestras fuerzas al servicio del país, pero no nos asumimos ni patrioteros ni nacionalistas.
Creemos en la democracia como diálogo de todos. De allí nuestra apuesta por el recono-cimiento mutuo y la ciudadaniza-ción. Creemos en una ciudadanía de derechos y libertades, pero que no olvida los deberes de la persona con respecto a los demás y a su comunidad. Creemos que debe cumplirse la promesa de una república peruana donde todos podamos desarrollarnos, y que lograrlo es más posible ahora que antes.
Creemos que los cambios sólo serán superficiales mientras no se solucione el doloroso asunto de la pobreza. Por ello, creemos que en nuestro país las transforma-ciones sinceras han de ser final-mente radicales, porque deberán incidir de manera decisiva en la raíz de nuestros problemas.
Con lo anotado, nuestra noción sobre lo cholo abarca el mestizaje del que todos los peruanos formamos parte. Todos somos cholos. Pese a esto, el país no termina de encontrarse consigo mismo; peor aun, quienes tienen capacidad para decidir y realizar los cambios que el país merece, viven y gobiernan de espaldas a las necesidades e intereses de esta nueva peruanidad.
Por ello es necesario y hasta inevitable reivindicar nuestros intereses nuevos y distintos, nuestras necesidades posterga-das, nuestras aptitudes y cosmovisiones desestimadas por las seudoélites nacionales. Es necesario participar, intervenir, construir. Construir un país de todos y para todos los peruanos: una verdadera república de ciudadanos.